lunes, 1 de junio de 2009

La evaluación de la relación educativa en la universidad

La evaluación ha sido parte fundamental de la planeación educativa, sin embargo, no es sino al final de los años ochenta en México, cuando adquiere dimensiones de relevancia especial, ya que surge como instrumento para mejorar la calidad del sistema escolar, como medio para tener acceso a distintos programas de compensación salarial para el personal académico y como condición para obtener recursos económicos adicionales a nivel institucional. Desde el momento en que se hizo explícito que los procesos de evaluación tendrían la finalidad de diferenciar y reconocer el trabajo realizado por las instituciones y los académicos, la relación entre evaluación y resultados tomó una nueva dimensión. Las estrategias de negociación financiera que habían sostenido las universidades públicas y el gobierno cambiaron, al menos discursivamente. A partir de entonces las instituciones y los individuos tuvieron acceso a ingresos complementarios, en función de los resultados de los procesos evaluativos. Adicionalmente a la tendencia evaluación-financiamiento se agregó la acreditación como estrategia para asegurar la calidad de los servicios educativos, de acuerdo con los discursos de los documentos oficiales. Por esta razón, entre otras, la evaluación se ha constituido en poco tiempo, relativamente, en una parte esencial de las actividades cotidianas de las universidades. La evaluación educativa se considera un pilar de las políticas actuales de la educación superior, ya que forma parte de los procesos de planeacion impulsados por los programas de los organismos del gobierno federal vinculados al sector educativo, con el sesgo mencionado anteriormente derivado de su asociación con aspectos financieros. En el caso de las universidades públicas la evaluación se implementa de forma generalizada desde la década de los noventa hasta nuestros días, a partir de las políticas promovidas por organismos oficiales como la SEP y la ANU. En los últimos años las políticas del sector educativo han tenido a propiciar una acreditación de los programas de formación profesional, derivada del escrutinio minucioso de pares académicos que cuentan con el reconocimiento del organismo oficial encargado de cumplir con esta función, de tal manera que, a las acciones de evaluación institucional de planes y programas y las dirigidas a los académicos se suma este nuevo esfuerzo por lograr elevar la calidad del sector.

Los agentes que promueven el inicio de los procesos de evaluación de la docencia son directivos o personas cercanas a la administración en turno, quienes reciben la encomienda de diseñar y conducir dichos procesos, con la justificación de que estas actividades forman parte de los planes institucionales o de que la administración central así lo determino.

Los cuestionarios de opinión dirigidos a los estudiantes son la unica manera para las universidades de dar respuesta a las politicas de evaluación de la docencia, si bien se pueden detectar intentos aislados de diversificar o complementar esta forma de evaluar con otras fuentes.

La evaluación de la docencia a través de los cuestionarios de opinión de los estudiantes se reconoce como la estrategia más utilizada y polémica en el ámbito universitario.

En algunas universidades además del cuestionario de opinión de los estudiantes se emplean cuestionarios de autoevaluacion de los profesores, la evaluación de pares académicos y los directivos.

En algunas universidades, las instancias encargadas de la operación del proceso de evaluación dan a conocer los resultados a directivos y docentes, mientras que en otras los resultados se ponen a disposición de toda la comunidad escolar; esto permite reflexionar sobre la intención de quienes promueven los procesos de evaluación, ya que si se trata de afectar la calidad de la docencia, no es justificable que se evalúen muestras o no se den a conocer los resultados a los mismos evaluados.

La evaluación de la docencia constituye una actividad social que, como tal, esta llena de juicios de valor, no igualmente presentes en la conciencia de todos los involucrados. A demás no necesariamente la participación en estos procesos se hace con la equidad deseada para todos los actores, por lo que deben de garantizarse canales de dialogo que efectivamente conduzcan al mejoramiento de los procesos de evaluación para lograr practicas efectivas de enseñanza y aprendizaje.

3 comentarios:

  1. La evaluacion no solo se puede presentar en la relación educativa de la universidad se presenta en todos los niveles de educación ya que su función es mejorar la calidad del sistema escolar.
    Como docente hay que considerar que la evaluación de la docencia constituye una actividad social, como tal, esta llena de juicios de valor para el mejoramiento de los procesos de evaluación para lograr practicas efectivas de enseñanza y aprendizaje.

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  2. Yo no estoy de acuerdo con la evaluación del docente mediante los cuestionarios contestados por los alumnos, ya que, son pocos los que de manera objetiva responden a dichos cuestionamientos. En mi experiencia, pude observar la negligencia con la que dichos cuestionarios eran llenados por mis compañeras, ya que en varias ocasiones respondieron conforme a la simpatía personal, y no conforme al desempeño profesional.
    Sin embargo, si esos cuestionarios son analizados junto con las calificaciones obtenidas por los alumnos, entonces si considero que se pueda dar una evaluación más justa, pues ahí se reflejará tanto la labor docente como la responsabilidad con la que el alumno respondió el cuestionario.

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  3. la evaluacion del docente es importante porque asi se dan cuenta si el alumno aprendio o no. una forma se podria decir k facil son los cuestionarios.

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